Barroco: Theatrum mundi. El mundo como obra de arte.
El palacio de Versalles y la basílica de San Pedro del Vaticano fueron las obras señeras del Barroco, pero Europa y América –el Nuevo Mundo– albergan exquisiteces insospechadas: suntuosas bibliotecas, cámaras del tesoro de la ciencia, enigmáticos jardines, virtuosistas trabajos de porcelana y pintura ilusionista, por mencionar tan sólo algunos aspectos de este polifacético periodo. Para el presente volumen, el fotógrafo Achim Bednorz también ha realizado una serie de fotografías espléndidas y exclusivas, que en sí mismas son pequeñas obras de arte. Con su historia del Barroco, la autora, Barbara Borngässer, traslada al lector al theatrum mundi («teatro del mundo») de la época.